Entre tambores, danzas, sabores y saberes, los afromexicanos siguen celebrando su identidad
México es tierra de mezclas, pero pocas tan poderosas como la que se vive en la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero, donde la raíz africana resiste con ritmo, fuego y dignidad. Las tradiciones afromexicanas son una herencia ancestral que ha sobrevivido siglos de invisibilización, y que hoy florece en música, danza, gastronomía, medicina tradicional y fiestas comunitarias.
En este artículo te llevamos a descubrir el corazón cultural de los afromexicanos, un pueblo que transforma su memoria en arte y su historia en fuerza.

¿Quiénes son los afromexicanos?
Los afromexicanos son descendientes de africanos traídos al continente americano durante la época colonial como parte del sistema esclavista. En México, muchos fueron llevados a trabajar en haciendas, minas, plantaciones y puertos a lo largo del Golfo, el Pacífico y el sur del país.
Aunque se les ha negado históricamente el reconocimiento, hoy en día más de 2.5 millones de personas en México se identifican como afromexicanas, especialmente en Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

En la región de la Costa Chica, una franja del Pacífico que abarca ambos estados, sus tradiciones se han preservado a través de los siglos, mezclándose con influencias indígenas y mestizas, pero conservando una esencia profundamente africana.
Danzas tradicionales: cuerpo, memoria y celebración
Una de las expresiones más potentes de la identidad afromexicana es la danza. En cada paso, en cada golpe de tambor, se narran historias de resistencia, fe y celebración.
🔸 La Danza del Toro de Petate
Quizá la más emblemática, esta danza recrea una corrida simbólica de un toro, hecho con petate, que persigue a los danzantes por las calles. Representa el dominio del ser humano sobre la naturaleza, pero también tiene raíces rituales de origen africano.
Se baila en festividades como San Nicolás Tolentino (patrono de Cuajinicuilapa, Guerrero) y en Semana Santa, entre tambores, máscaras y risas.

🔸 El Son de Artésa
Este baile se ejecuta sobre una especie de cajón de madera (la artesa) que sirve de tarima y tambor a la vez. Es un baile zapateado que recuerda a formas del flamenco, pero con alma afro. Se acompaña de música de cuerda, versos improvisados y una atmósfera vibrante.
Música: tambores que narran el alma de un pueblo
La música afromexicana está profundamente conectada con la percusión. Los tambores de doble parche, hechos a mano, siguen marcando el ritmo en rituales, fiestas y reuniones familiares.
Los instrumentos tradicionales incluyen:
- Tambores de cuero
- Maracas
- Charrasca (raspador)
- Arpa y jarana (en fusiones con tradiciones mestizas)
El canto es también protagonista. Muchos cantos se transmiten oralmente, con letras que celebran a los santos, narran leyendas locales o relatan la vida cotidiana.

Gastronomía afromexicana: sabor, fuego y raíz
Los sabores de la Costa Chica tienen una firma afrodescendiente: sabores intensos, ingredientes locales, técnicas tradicionales y comunidad.
Algunos platillos representativos son:
- Caldo de chacales (camarones secos con chile y epazote)
- Morisqueta (arroz blanco con frijoles y carne guisada)
- Tamal de tichinda (molusco de laguna envuelto en masa)
- Pescado a la talla y barbacoa de chivo
En cada platillo hay una historia. Las abuelas enseñan a cocinar sin medidas exactas, “al tanteo”, usando fogón, hoja de plátano y cazuelas de barro. La cocina no es solo alimento: es legado.
Medicina tradicional y saberes ancestrales
Las mujeres afromexicanas son guardianas de saberes curativos que combinan herbolaria, oración y masajes. Algunas prácticas tienen raíces en África occidental y han sobrevivido en los pueblos a través de curanderas, parteras y comadronas.

Las plantas como el copalchi, la ruda, el epazote y el estafiate son parte de un botiquín vivo, al igual que rituales como el barrido con huevo, los baños de florecimiento y el uso del fuego para sanar.
Descubre cómo el muicle y otras plantas forman parte de la medicina tradicional mexicana.
Celebraciones y fiestas afromexicanas
Las fiestas patronales y religiosas en las comunidades afromexicanas combinan lo católico con lo ancestral. Son momentos de reunión comunitaria donde se baila, se cocina, se juega y se honra a los antepasados.
Fiestas destacadas:
- San Nicolás Tolentino en Cuajinicuilapa (Guerrero)
- Semana Santa afromexicana con procesiones, juegos y danzas
- Día de la Candelaria y Fiesta del Niño Jesús
- Carnavales locales con máscaras, bailes y sátiras
Estas fiestas son momentos clave para preservar la memoria colectiva y transmitir identidad a las nuevas generaciones.

El papel de las mujeres: pilares de la tradición
Las mujeres afromexicanas son pilares invisibles pero imprescindibles en la transmisión de tradiciones. Son cocineras, curanderas, tejedoras, narradoras y organizadoras.
Muchas lideran cooperativas de bordado, promueven el rescate de la lengua, y participan en la lucha por el reconocimiento legal de sus pueblos. En sus manos está el tejido literal y simbólico de la comunidad.
Afromexicanidad: una identidad en resistencia
Hasta hace poco, el Estado mexicano negaba la existencia del pueblo afromexicano. Hoy, su reconocimiento avanza lentamente, pero la discriminación, el racismo y la invisibilización siguen presentes.
Sin embargo, desde sus comunidades, los afromexicanos resisten a través de la cultura. Cada tambor tocado, cada receta compartida, cada danza bailada es un acto político y de amor por su historia.

Conclusión: un México más negro, más sabroso y más completo
Hablar de tradiciones afromexicanas es hablar de México entero. Es reconocer que lo afro también es mexicano, que la negritud es parte del alma del país, y que sin ella, nuestra identidad estaría incompleta.
La próxima vez que escuches un tambor, saborees un platillo con historia o veas danzar al toro de petate, recuerda que en la Costa Chica late fuerte un corazón africano que nunca ha dejado de cantar.
Para conocer más sobre las comunidades afromexicanas en México, consulta el portal del INPI.